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Mostrando entradas de octubre, 2018

¿Dios hizo al hombre o el hombre hizo a Dios?

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Los científicos naturalistas han dedicado su vida entera en busca de la respuesta a si Dios hizo al hombre o realmente el hombre hizo a Dios. La pregunta no se plantea de esta forma expresamente, pero en ultima instancia, le podemos reducir a ella. E xisten dos corrientes de pensamiento con fuerte aceptación, los evolucionistas darwinianos y la  concepción  creacionista, en este caso, la corriente de pensamiento Judeocristiana (Musulmanes también entran en esta corriente).  Allá por el siglo XVIII emergió una nueva idea que trataría de dar respuesta al origen de la vida en el cosmos, puesto que la naturaleza revela una inmensa forma de vida, dentro de ella el hombre mismo, este capaz de razonar, acucioso, crítico e investigador de los sistemas que le rodean, trataría de responder mediante causa y efecto uno de los misterios mas grandes ¿Qué origino la vida?. El científico naturalista Charles Darwin se vio intrigado a deducir que debido a hallazgos geológicos que datan la edad de la

Una sabia decisión

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En nuestro diario vivir nos enfrentamos en todo momento en la toma de decisiones, estamos tomando decisiones a cada instante, desde levantarnos, cepillarnos los dientes, ducharnos, ir al trabajo, caminar por uno u otro lado de la calle, hasta incluso tomar decisiones imprudentes como cruzar el semáforo en rojo, aún más, nos enfrentamos a decisiones difíciles como renunciar a un trabajo, comprar la casa ideal y muchas más. Algunos dicen que somos las decisiones que tomamos, en efecto, hoy en día te encuentras dónde estás por el hecho de haber tomado decisiones anteriormente que te han llevado a posicionarte en el lugar en el que te encuentras.  Hay decisiones trascendentales que nos marcan el resto de nuestra vida, pero existe una decisión durante toda tu vida, que tendrás en la mesa en innumerables oportunidades, e incluso en tu lecho de muerte, nadie dejará esta vida, sin antes tener la oportunidad de decidir su futuro. De una forma u otra esa pregunta llegará a las vidas de todas

A la medida de Dios

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“Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo” Filipenses 1: 6. Es menester saber que al templo, en los diferentes lugares donde se predica la sana enseñanza de la Palabra de Dios, no asisten personas “santas” es erróneo creer que a estos lugares de reunión solo van aquellas personas con cierta “reputación”, descriptores como, personas buenas, personas humildes, personas honestas, personas honorables, etc. se utilizan para referirse a los cristianos. Por otra parte, en el coloquial vocabulario de los pueblos se entiende que ser cristiano no es fácil, ser cristiano es una labor dura, dado que se debe, bajo estos conceptos, renunciar a la “buena vida”. En cierta medida, estos dichos no dejan de tener razón, debido a que no es fácil soportar la dura crítica de los “medios”cuando se falla a un descriptor de estos. Se le es permitido al mundo juzgar al cristiano, pero, en ninguna manera, se le es permitido al

Erase una vez la familia

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“Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él” Génesis 2.18 Como dice el verso 5 del Génesis 6, “…el designio del corazón de ellos era de continuo solamente el mal”. Qué mundo tan reprobado en el que vivimos actualmente, que seres humanos tan irracionales, insensatos, burladores, jactanciosos, soberbios, etc. ¿Por qué la mente de la sociedad moderna solo piensa en hacer el mal? Somos “humanos”, pero nos queda grande ese título, somos peor que un huracán, somos peor que un tsunami, somos devastadores, destruimos todo a nuestro paso no dejando rastro alguno. Hemos extinto a especies de animales, bosques, ríos, lagos. Estamos acabando con el aire puro, con el agua limpia, y sobre todo acabando con nosotros mismos. Hay muchas formas de destruir el planeta y también hay muchas formas de destruir a la sociedad, y lo estamos haciendo. Para destruir a la sociedad hay que destruir sus bases, de la misma forma como derriban un edificio, para que